Por Iván Zavala Steidel

Puerto Rico experimenta el mayor cambio estructural de su historia. En estas noches cenaba con unas amistades y la esposa de un amigo preguntó si estábamos en una burbuja inmobiliaria. La esposa quiere a mudarse a una casa en San Juan o Guaynabo y el esposo quiere esperar, ya que piensa que estamos en una burbuja y no está dispuesto a pagar los precios “inflados” según su percepción. Ella opina, que los precios seguirán subiendo y él quiere esperar a que la burbuja estalle para comprar.

La conversación de esta pareja de amigos ayer era una que considero muy seria y que no se debe tomar a la ligera pues representa a miles de puertorriqueños que están atravesando por la misma situación o decisión. He escuchado muchos personas tanto de los medios y políticos expresarse sobre el tema con poca profundidad y sin evidencia empírica que sustente sus argumentos.

Las preguntas son muchas:
¿Estamos en una burbuja?
¿Existe una correlación entre los decretos emitidos Act 20/22/60 y el alza en precios inmobiliarios?
¿Por cuánto tiempo durará el alza en precios que estamos experimentando?
¿Se repetirá la caída de valores del 2007-2008?
¿Se proyecta un desplazamiento a causa de estos decretos?
¿Qué impacto tienen los billones en fondos de reconstrucción post-María en el despunte económico?
¿Qué impacto tienen los fondos post-pandemia y los cambios en modelos de trabajo remoto?
¿Que efectos adversos trae como consecuencia dicho desplazamiento de existir el mismo?
¿Existen alternativas para mitigar dicho efecto?
¿Como el gobierno puede ayudar?
¿Está en peligro nuestra herencia cultural, idioma, costumbres, patrimonios, tradiciones?
¿Como se impactaran las familias de bajos ingresos?
¿Se proyecta una emigración de las familias en especial de bajos ingresos y clase media del País?

La contestación no se puede responder con un simple sí o no. Aunque las fases del ciclo económico se repiten, es importante comprender que actualmente existen características y variables diferentes que son inherentes al mercado local de Puerto Rico en este caso los decretos 20/22 y ahora acta 60, estas medidas que no estaban antes ejercen una influencia directa en el alza de los precios que a su vez, tiene una implicación y efecto dominó en todo el mercado general por lo que impacta directa e indirectamente todos los niveles socioeconómicos. Visto desde la ciencia conductual y las implicaciones que esto pudiese representar incluso en la salud integral del ser humano, estamos en medio de un huracán psicológico, pues los vientos de la economía inmobiliaria provocadas por el “nuevo orden de demanda y oferta” alteran las bases psico-adaptativas del ser humano.

Si bien tomamos esto en cuenta, es visible cómo las pocas opciones pueden afectar acentuadamente la clase media y pobre del país, provocando subsecuentemente un nuevo éxodo y menos capacidad de desarrollo no tan solo económico sino, social y emocional. Esto ciertamente, altera cualquier estado de conciencia generando un clima de negación, miedo, pánico y desesperanza. No quiero sonar pesimista, pero es la realidad que nos abraza en términos psicológicos, pensar solamente en los beneficios sin tomar en consideración el costo económico y social de un País es dejarnos guiar por la euforia (patrón de comportamiento típico de la fase de expansión que vivimos) sin ningún tipo de racionalización.

Aunque el gobierno hace su esfuerzo para influir en el ciclo económico con el fin de propiciar un entorno económico para invertir, es importante comprender el papel fundamental que juega la psicología y la emoción el comportamiento de los ciclos, los cambios en la emoción y psicología influyen fuertemente en los ciclos económicos y desempeña un papel fundamental en provocar las alzas y caídas en el mundo de las inversiones especialmente a corto plazo. Howard Marx el autor de “Mastering de the Market Cycle” expresa que la tendencia de comportamientos y la variación de esas desviaciones así como el tiempo, la velocidad y extension de las fases son grandemente influenciadas por la psicología.

Por favor no me malinterpreten, estoy a favor de leyes y decretos que se creen en favor de promover el desarrollo económico en especial si se genera un impacto social, lo que NO estoy de acuerdo es promover leyes que favorezcan la desigualdad, mejor dicho en otras palabras lo mismo que se cree para el de afuera se debe crear “pal de aquí”, de lo contrario nos exponemos a un vertiginoso aumento en la desigualdad social económica y social del País y sus efectos adversos.

Si deseas obtener mas información sobre el tema ya se por que te interesan temas de economía, bienes raíces, inversiones inmobiliarias o sencillamente te preocupa, bajen la aplicación de Urbital.io y comuníquense con nosotros. Las alternativas que se pueden presentar para balancear y/o amortiguar dicho efecto y mas importante que estrategias y conocimiento debemos implementar para capitalizar esta nueva realidad.

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